Os voy a contar algo que es muy fuerte: trabajo en un hotel de Málaga, pues bien, hace dos años la gobernanta me obligó a firmar en contra de la delegada del comité porque decía que no la soportaba y que tenía que conseguir echarla porque se le encaraba demasiado.
Pues bien, yo me opuse a ello y discutí con la gobernanta y le decía que yo no podía hacer eso que me estaba pidiendo. Pues, no satisfecha, me dijo que lo sentía mucho pero que ya no podía seguir contando con mis servicios. ME QUEDÉ MUERTA, a lo que le pregunté ¿por qué? Y me respondió que ella es la que me daba trabajo y si no la obedecían ella era la que decidía echar a quien se opusiera a sus ordenes.
Con el dolor de mi corazón lo hice, porque tengo tres nenes pequeños y mi marido en paro pues ya me diréis. Le pido perdón mil veces pero sé que esta chica me puede comprender. Algún dia le contaré y le pediré perdón. Porque créanme, la conciencia es muy traicionera.
En mi lugar digo que algunas gobernantas no deberían de ejercer ese puesto… Porque no saben tratar a las personas como tal. Las situaciones del puesto las superan, pierden los papeles y lo pagan con la primera que se encuentra en el pasillo… Las elegidas a dedo dan peor resultado que una gobernanta que esté bien preparada para ese cargo con tantas responsabilidades.
Ana Mari
LAS KELLYS 
Ánimo guapa,yo no tengo hijos pero por ellos una madre hace lo q sea,aunque sea traicionar su consciencia,seguro q a la persona q te obligó hacer eso la vida se lo devolverá,en esta vida todo se paga,tu has echó lo correcto según tus circunstancias.. Mi humilde opinion
Lo que cuentas es muy triste, pero por desgracia muy común. Esas personas son las que no tienen dignidad . Se ganan la vida a expensas del trabajo de las demás.